El trayecto desde el pueblo de Montgat a Horta donde vivía en Barcelona, puede resultar monótono aún con la transferencia del tren al metro en la estación de Clot. Aquel día un muchacho cantaba con excelente afinación mientras golpeaba su guitarra como un tambor con las falanges de sus dedos. Gente mal encarada se cruzaba ante mí y ví en el mapa que la mejor vía era a través de la estación La Sagrera, donde podía enlazar con la línea 5 para finalmente llegar a mi destino.
Al bajar del vagón, me topé con un rostro que se me hizo familiar de inmediato. No pude contenerme y, como si nos conociéramos de siempre, lo saludé e hice algo a lo que siempre me he negado, pedirle a una celebridad que nos fotografiásemos juntos.
Era Albert Casals, ese muchacho que ha recorrido medio mundo el solito en su silla de ruedas y que tiene mucho menos de la mitad de mi edad. La primera vez que supe de este personaje, fue en un programa de TV que veía mientras viví en Barcelona, el entrevistador no tuvo que hacer gran esfuerzo para entrevistarle; un Albert muy risueño, contó algunas anécdotas y promocionó su segundo libro.
Para nosotros conocerlo fue una motivación pues siempre, entre viaje y viaje, anteponemos mil cosas para no recorrer mundo. Albert, con esa entrevista y con lo que he leído de su segundo libro, transmite gran frescura y tiene una narrativa de viajes que va en imparable evolución.
En persona, lo pude percibir exactamente como escribe: una personalidad de gran calidez y con toda la extensa cultura que sólo encuentras en la gente que viaja alejada de los circuitos turísticos tradicionales.
Así como en algún momento nos ayudó a despertar del letargo de la monotonía de no viajar, rompió también con la monotonía de ese pequeño recorrido de Montgat a Horta. Sus libros son pues, algo que no debe faltar en la biblioteca de ningún viajero, un estímulo para coger la mochila sin pensarlo mucho y lanzarse al mundo.
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Ya había oído de este niño, pero me encanta conocerlo a través de la foto que publicas, ya buscaré los libros, espero conseguirlos en esta nuestra patria bolivariana. Bendiciones
primo excelente narracion me encanta todo sus imagenes y demas wuuos estoy ansiosa por ir… saludos…