Llegué por primera vez a Valencia en una mañana de invierno. No sólo hacía un frío que nunca había sentido, sino que fue la primera vez en mi vida que hacia un paseo caminando por la ciudad, es verdad. Durante días me dediqué a recorrer la ciudad, que sólo conocía del mapa en la Embajada de España; descubrí rincones hermosos y muchos lugares que me inspiraron a escribir mucho. Aunque ya ha pasado mucho tiempo, y Valencia ha cambiado desde aquel momento, no puedo dejar de apreciar esta joya del Mediterráneo.
Para el viajero con algunos días, que decida salir del caos de Barcelona o de cualquier otro rincón de España, puede relajarse unos días en Valencia, mejor ahora que empieza la primavera y el calor de verano aún no es bochornoso.
De las Torres de Serranos al Mercado Colón
· Torres de Serranos. Construida como una de las 12 puertas de la ciudad medieval, junto a las torres de Quart y la puerta de los Judíos, durante el siglo XIV. Son el único vestigio alzado de la antigua muralla de la ciudad derruida en el siglo XIX ya que funcionaban de prisión. No sólo son un punto arquitectónico de Valencia, sino que también ofrece vistas de la ciudad impresionantes: al sur el casco antiguo, al norte los Jardines del Real y de oeste a este el antiguo cauce del Túria. Mas info sobre horarios y precios
· Plaza de la Virgen. A poco distancia de las Torres de Serranos se encuentra la Plaza de la Virgen, lugar donde antiguamente estaba elegido el foro romano de la ciudad de Valentia. Es una plaza espectacular para descansar unos minutos en el suelo mientras algún artista callejero hace malabarismos o cualquier otro espectáculo. Recuerdo una vez que alguien puso jabón en el agua de la fuente y toda la plaza parecía una bañera llena de espuma…
· L’Almoina. El centro Arqueológico de l’Almoina explica la fundación romana de la ciudad y su evolución arquitectónica. Abierto al público en 2007, es la culminación de más de 20 años de investigación arqueológica de la ciudad para esclarecer la historia de la romanización en esta parte de la Hispania. Más info sobre horarios y precios
· Basílica, Catedral y Micalet. Tanto la Basílica, entrando por la Plaza de la Virgen, como la Catedral desde la Plaza de la Reina, merecen una visita. La Basílica se viste de flores durante el período fallero en marzo, donde los casales falleros rinden homenaje a la Virgen de los Desamparados haciendo un vestido de flores a una enorme escultura de la virgen. En la Catedral es curioso el rincón de reliquias, como el brazo de San Vicente, martir de la ciudad. Yo recuerdo quedarme un buen rato frente a la reliquia divagando si era o no real; daba repeluz. También dicen que uno de los posibles cáliz de la última cena están guardado aquí. Alfonso el Magnánimo en su reinado tenia predilección por guardar reliquias y otras cosas, por eso también se encuentran en la catedral las cadenas del puerto de Marsella. Subir al Micalet para tener una vista 360 del casco histórico de la ciudad. Más info
· Tomar una horchata en Horchatería Santa Catalina. En la Plaza Santa Catalina 6, al extremo opuesto de la Catedral en la Plaza de la Reina, se puede beber horchata, la bebida valenciana (porque tiene denominación de origen de la comarca de l’Horta Nord) por excelencia que se obtiene del tubérculo de la chufa. Cuando hace calor en verano, una horchata bien fría viene como el cielo.
· Calle del Mar. Una parada obligada es en el restaurante La Riuá en el número 27 de la Calle del Mar, donde se pueden comer las mejores paellas de Valencia, para mi la más buena que he probado. Desde la Paella Valenciana, de pollo y mariscos, hasta Paella Marinera con mariscos. El lugar es espectacular y los precios son bastante accesibles en comparación con cualquier menu, entre 10-20€ por persona.
· Museo de la Cerámica. El Museo de la Cerámica está en el palacio del marqués de Dos Aguas, y vale la pena gastar unos cuantos minutos admirando la fachada de mármol super elaborada, y tambien, entrar para curiosear en la opulencia del palacio.
· La Nau. Muy cerca se encuentra el edificio de La Nau, la antigua sede del Estudi General de la Universitat de Valencia que fue utilizado académicamente hasta casi el siglo XXI, pero que para la conmemoración de los 500 años de su fundación se llevó a cabo la restauración del edificio y su conversión a galería, en su mayoría de arte. También se pueden visitar los recintos de la universidad, especialmente el laboratorio que da al patio central, el observatorio y la biblioteca Alfonso el Magnánimo.
· Mercado Colon. Para cerrar el día se puede llegar hasta el Mercado de Colon para comer o buscar algún regalo. Además, si es domingo ¡hay concierto!
De las Torres de Quart al Hospital
· Torres de Quart. Junto con las Torres de Serranos, es una de las dos puertas de la antigua muralla que queda en pie, y ésta además, tiene aún un trozo de muralla. Pero lo más impactante es que con la restauración se dejaron visibles los impactos de bala de cañon que sobre ella dejaron las tropas francesas durante la independencia. Quedó en pie también porque sirvo de prisión.
· Calle Quart a Caballeros De camino hacia el centro, se puede ir por la Calle Caballeros, para tener un bocado del Barrio del Carmen en el casco antiguo, también se puede hacer una parada para tomar un café o té en la Plaza del Tossal y luego bajar hacia la Calle de Barón de Cárcer.
· Mercado Central. En el Mercado Central se puede hacer una parada para comer algo ligero, pero lo mejor es irse de excursión fotográfica, ya que es para mi uno de los mercados populares más atractivos arquitectónicamente, y ahora debe estar aún más reluciente después de una larga restauración.
· Llotja. Frente al mercado está la Llotja, patrimonio cultural por la UNESCO, en la que a partir del siglo XV-XVI se destinó al comercio de la seda y otras actividades mercantiles. El edificio, muestra la gran actividad comercial mediterránea de Valencia como parte de la Corona de Aragón durante la alta edad media. Su mayor características es que es de los pocos edificios góticos civiles que se pueden encontrar en Europa. Mas info sobre tarifas y horarios
· Hospital. Un punto que para mi es mágico, es pasar un rato en los jardines del antiguo Hospital de Valencia, que actualmente es la Biblioteca Provincial. Hace 12 años era mi lugar diario de peregrinaje, entrar por un buen libro, tomarme un cafe frente a la biblioteca o sencillamente sentarme bajo los árboles de los jardines mientras detallo los vestigios de lo que fue el hospital.
La Ciudad de las Artes y Las Ciencias
Si quieres sentirte como Duck Dodgers en el siglo 24 y medio, la mejor manera de hacerlo es visitando La Ciudad de las Artes y las Ciencias. Es una experiencia en la que ni siquiera es necesario entrar a los edificios, pues solo recorrerlos es un viaje al futuro a través de la arquitectura, en una magnifica combinación de metal, concreto, agua, vidrio y luces. Tal vez intimide un poco lo imponente de los edificios, pero puede uno simplemente pasear, descansar en el lugar o experimentar caminar junto a sus fuentes que dan la sensación de estar haciéndolo sobre el agua. Dentro del conjunto se puede pasar un día entero en el Oceanogràfic, ver algún proyección en el Hemisfèric, aprender ciencias en el Museo de Ciencias o pasar la tarde caminando en el Umbracle; además si es temporada, algún acto en el Palau de les Arts. Mas info
Y hasta aquí la Mini Guía, así que espero que la visita a Valencia sea tan agradable como lo fue para mi cuando decidí, hace más de una década, que fuese mi casa.
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