Somewhere in England (Desde algún lugar de Inglaterra) No se refiere al viejo disco de George Harrison; es el lugar secreto desde el que transmitía la BBC a sus radioescuchas durante la segunda guerra mundial. Llevando entretenimiento, propaganda y ánimos a los soldados y las familias británicas. Hoy se sabe donde queda ese “Algún lugar de Inglaterra” y es el hermoso y apacible pueblo de Bedford.
Bedford es un pueblo como muchos en el Reino Unido, con un pasado industrial glorioso y con un presente comercial próspero. Cuando Catalina de Aragón vivió su presidio en la villa de Ampthill (1531-1533), muy cerca de allí, durante su divorcio de Henry VIII, enseñó a los pobladores el arte del tejido de encaje que más tarde se hizo famoso (Bedfordshire Lace). Con el paso de los años y la nueva realidad del mundo y del país, la industria dejó de ser lo primario, otras ciudades como la cosmopolita Londres o la movida Milton Keynes le robaron protagonismo.
Durante la Segunda Guerra Mundial la BBC y cualquier edificio que pudiese albergar una antena transmisora de radio era blanco perfecto para ser bombardeado. Con la invasión alemana a Francia, desde Londres se transmitía también en francés y poco después en otros 6 idiomas, convirtiéndose inglaterra en el primer país en usar la radio como arma propagandística de guerra. Los bombardeos alemanes fueron inclementes, destruyeron gran parte del país pero nunca dieron en el blanco de la BBC. El transmisor estaba oculto en la torre de una pequeña iglesia al norte de Londres en donde también había un estudio, justamente allí, en Saint Paul Church en Bedford.
Nosotros no conocíamos la historia, simplemente nos acercamos a la iglesia de Bedford con la curiosidad con la que llegamos a cada pueblo, tratando de dar forma a un recorrido, comenzando por la iglesia, hurgando en su cementerio y buscando alguna historia interesante. El cementerio que rodea la St Paul Church está plagado de ellas y lo más interesante es que hay inscripciones que invitan a buscar la siguiente y van hilando la historia de algunos pobladores ilustres. Al final, justo cuando uno decide abandonar el cementerio y entrar al templo se encuentra con el testimonio de la Segunda Guerra mundial y la BBC grabado en una pequeña placa.
Muy cerca de la iglesia, hacia el paseo junto al río, hay una pequeña loma y un gran reloj solar. Esa loma es lo que queda del castillo de Bedford que estuvo allí desde el año 1.100 con una larga historia de demoliciones, refortificaciones, invasiones e intrigas. Cuando lo explorábamos una lugareña se nos acercó para contarnos lo que era, que estaba comunicado con la iglesia que está a unos 100 metros de allí a través de túneles y que algunos de ellos aún existen. El túmulo es además un parque arqueológico creado en 2007 y lo que fué el resto del castillo hoy son apartamentos y locales comerciales.
Recorrimos la High Street que se inicia detrás de la Iglesia y donde se instala cada Jueves un mercado en el que se pueden conseguir productos de la campiña inglesa y continuamos hasta el área peatonal en la que pudimos probar unos excelentes Perros Calientes.
Bedford no solo es “Somewhere in England”, es un bonito pueblo en el que se puede pasar una tarde, recorrer su mercado, tomar una pinta de Cerveza o simplemente caminar a orillas del bello paseo que bordea the Great Ouse, un apacible rio, plagado de cisnes y patos.
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