2013 fue un año de grandes experiencias, aventuras y buenos recorridos. Han sido 52 semanas de arriesgadas decisiones y emprendimientos no menos alocados. Hemos recorrido más de 40 mil kilómetros, y no todos nuestros viajes los hemos contado aquí en 360Leguas. Por ello, uno de nuestros propósitos en este año que esta por comenzar es, contarles a ustedes, nuestra creciente y querida audiencia, lo mejor de estos recorridos. Es la hora de hacer balance. En resumen, este ha sido un gran año. a continuación un breve recuento.
En enero, terminamos de afinar los detalles para despedirnos de nuestro centro de operaciones, nuestro ex hogar en Barcelona: contratar un buen trastero, hacer recorridos de despedida en la ciudad y llevar a cabo una planificación minuciosa, pues como siempre, nuestros recursos son limitados, pero eso forma parte de viajar y es lo que lo hace interesante, pues nos obliga a usar el ingenio para recorrer más kilómetros.
En febrero, nació 360Leguas, esta bitácora de caminos. Lo iniciamos contando los carnavales de Barcelona y recomendamos un libro que puede servir a nuevos viajeros como fuente de inspiración, aquel del muchacho de pelo azul que viaja por el mundo en su silla mágica.
En Marzo decidimos contar no solo lo que vamos viviendo, sino las experiencias de viajes anteriores, pues nos dimos cuenta de que no llevamos esta bitácora como un diario, sino como un recuento de experiencias presentes y pasadas. Este mes lo iniciamos diciendo “Adeu Barcelona” y pocas horas después “Hola Mundo”. Hicimos nuestros primeros recorridos por Sevilla, donde nos encontramos con las dos caras de una ciudad, hermosa, con historia, cosmopolita y a la vez con un toque de abandono.
Fué también en este mes que Sam hizo otra incursión a los Estados Unidos; nos trajo una visión de Nueva York maravillosa y quedó debiendonos la experiencia de Woodstock y otros pueblos que visitó… seguramente en algún momento nos la brindará.
En Abril iniciamos un largo recorrido a Venezuela, donde no íbamos desde hacía varios años. Recibimos el impacto de ver la parálisis de un país rendido a los pies de la política. Sin dejarnos llevar por esa hipnosis, recorrimos parte de sus carreteras por el retrovisor para tener otro punto de vista.
En Mayo buscamos el son de un tambor y encontramos maracas, colores, ritmos y calor en los Diablos Danzantes de Yare. Nos deleitamos con la gastronomía venezolana, el guarapo de papelón con limón, visitamos el majestuoso cerro El Ávila y exploramos la impredecible Caracas.
En Junio visitamos los imponentes médanos de Coro, las salinas de las Cumaraguas; comimos en la Sierra de Coro, para luego volver por el mismo camino y emprender una nueva ruta a la mágica isla de Margarita. Ahi nos deleitamos con sus paradisíacas playas. Nuestras maletas salieron de Caracas cargadas de libros, experiencias y el cariño de nuestra gente.
En Julio aterrizamos brevemente en Bogotá, donde fuimos atendidos como reyes, a tal punto que no tuvimos tiempo de explorar la ciudad y terminamos nuevamente en el aeropuerto, rumbo a Madrid. Una semana de descanso en Aranjuez y cierre de asuntos en Barcelona.
Agosto es tal vez el mes que más recorrimos y que menos contamos, condujimos desde Aranjuez hasta Emmen en Holanda. Disfrutamos de la maravilla de Amsterdam y dormimos en una casa medieval en Casteljaloux, Francia.
En Septiembre nuestra mayor recompensa fué el descanso relajante de despertar cada mañana mirando el imponente monte de Montserrat en Cataluña con la mágica luz del otoño y un par de anfitriones que cada dia nos llevaban frutas de su propio jardín. En el pueblo de Piera a unos 50 Kilómetros de Barcelona.
En Octubre nos despedimos de España. Nuestro Yaris se lució con ruedas nuevas, nos llevó por la costa mediterranea francesa y luego por pueblecitos alpinos hasta llegar a Italia a visitar Lecco, y el lago de Como donde tiene su casa Mr George “Coffee” Clooney.
En un mercado me atiborré de quesos antes de partir a Garbagnate Milanese y Milán, desde ahí a Suiza. La carretera alpina nos condujo hasta Lucerna y sus colores otoñales, para finalmente descansar en Basel un par de días. Nos encontramos con un grupo de venezolanos con el que compartimos una velada estupenda. A partir de ese momento el viaje se tornó lluvioso.
En Luxemburgo nos enfrentamos a una realidad aplastante: hablar sólo inglés es insuficiente, el corazón de Europa es multilingüe. Posteriormente fuimos hasta Dunquerque y luego Calais para cruzar el Canal de la Mancha, como siempre en un somnoliento ferry hasta el puerto de Dover, con sus blancos acantilados que parecen pintados con brocha gorda y recorrimos la isla hasta Leicester via Reading, rodeando a Londres por el sureste.
Noviembre en Nottingham, el viejo pueblo que alberga la leyenda de Robin Hood y donde disfrutamos del Bonfire Night, una antigua fiesta de pirómanos que miran desde lejos las llamas. En este punto bajamos el ritmo de nuestros viajes, para recorrer despacio, disfrutar de los pueblos y sus gentes lo cual se convirtió en la norma.
En Diciembre partimos al lejano Devon, visitamos Newton Abbot, vivimos una semana en Derbyshire cuidando a un par de weimaraners que nos obligaron a salir a pasear a las 7 am en medio de la niebla sobre un campo hermoso y visitamos viejos amigos en Manchester. De ahí nos fuimos hacia el norte, pasamos por pueblos hermosos como Kendall en el Lake District de Cumbria y luego en Kirkstone Pass, nos topamos con una nevada de miedo que atravesamos antes de que se pusiera fea. Finalmente en Glasgow, entré en una tienda a intentar comprar una botella de whisky sin éxito, pues los cientos de marcas, variedades y precios prácticamente marean a quien intenta esa empresa.
Diciembre y este 2013 estan dejando ver sus créditos como en el final de una película aquí en Escocia en la ciudad de Edimburgo, un lugar mágico, donde los pipers en kilts (Faldas) pueden verse en algunas esquinas, muchas veces bajo la lluvia y los turistas japoneses se fotografían frente a cualquier cosa haciendo la señal de la paz con la mano.
Con música de gaita escocesa como soundtrack final del viaje que ha sido este año, sólo me resta desear a todo el que lea estas líneas el mejor de los años. Gracias y Feliz 2014
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