Sam y yo comenzamos a viajar hace ya unos años. Nuestra primera travesía juntos, muy breve, fue entre Valencia y la mágica ciudad de Teruel por el lejano 2005. Probablemente en ese momento se despertaron en nosotros las ganas de recorrer pueblos entre dos.
Al principio, yo escribía en mi blog sobre temas más técnicos (relacionados con mi profesión)
que no tenían nada que ver con lo maravilloso de viajar, por otro lado, las vivencias durante mis recorridos tenían un público reducido: Mi familia. A ellos les contaba cada anécdota a través del email e ilustraba cada vivencia de viaje con las fotos de un álbum de Picasa.
Sam había viajado anteriormente sola. Un curso de especialización la llevó primero a visitar Irlanda; sus relatos en video me llegaban cada día puntuales, con lo cual yo disfrutaba de su estadía allí con emoción. La experiencia se repitió cuando hizo otro curso en Bath a través de sus magníficos escritos y fotos pude adentrarme un poco en esa especial zona del countryside inglés. No fue sino luego de su primer viaje a los EE.UU. que decidimos que, en adelante, nos las arreglaríamos para viajar juntos.
Luego de algunos años y unos cuantos kilómetros y países recorridos, se presentó la ocasión en la que teníamos que ir al Reino Unido por seis meses, y en pocas semanas, mientras hacíamos la planificación del viaje, descubrimos que lo más adecuado sería utilizar para ello el Toyota que desde hacía menos de un año solo usabamos para los trayectos cotidianos. No se trataba de un viaje largo, pero si, muy interesante. Significaba atravesar Francia en diagonal, cruzar el canal de la Mancha y luego de sur a norte parte de Inglaterra. 1766 Kilómetros a recorrer por tramos, unos ocho peajes, cuatro tanques de combustible, dos tarjetas de crédito con límites muy cortos y un presupuesto muy, muy reducido, cosa que le dió un toque especial al viaje. Antes de salir, 2 libretas, que nos regalamos el año anterior en navidad y que esperábamos utilizar como bitácora, entraron a la fuerza en el equipaje.
Una vez en Inglaterra, recorrimos el país de este a oeste y de norte a sur; después de siete meses emprendimos el regreso a Barcelona donde vivíamos en ese momento, en esa ocasión, tal vez por lo dilatado en tiempo del viaje, no hubo relatos. Las libretas regresaron en blanco, las fotos cuidadosamente organizadas estaban intactas, excepto las mostradas a los amigos y familia en el facebook y el google+, algo pasó en esos 1766 Kilómetros.
Lo que pasó es que organizamos nuestras ideas. Sam propuso contar las historias de nuestros viajes, entre Inglaterra, Francia y España durante esos siete meses, en los que ocurrieron muchas cosas: me acostumbré a conducir en sentido inglés; olvidé cual era mi mano derecha y cual la izquierda; amenazamos a la policía francesa con una baguette rellena de queso de cabra; recorrimos supermercados franceses buscando alcoholímetros; visitamos catedrales impresionantes; nos tomamos fotos imposibles en el ferry de Dover a Calais y pagamos el combustible más caro de toda Europa.
Pero esas son historias de viaje que merecen ser contadas poco a poco. 1766 Kilómetros separaban Barcelona de nuestro destino final en Yorkshire en Inglaterra, aproximadamente 360 leguas y esa es la razón del nombre de esta página. Una vez tomada la decisión de contar nuestras experiencias al resto de los mortales, nos dimos cuenta de un detalle: nos seguimos moviendo, seguimos viajando, son vivencias viejas y nuevas, muchas veces volvemos sobre nuestros pasos.
Lo que nos ocupa ahora es organizar esas experiencias para que el lector viva con nosotros la emoción que sentimos en cada viaje y encontrar la habilidad para echar un cuento sin aburrir, aparte de conseguir el tiempo y cultivar el hábito de escribir cada día. Queremos transmitir esa emoción, ese nervio y esa alegría que sientes en cada pueblo cuando conoces e interactúas con la gente o, cuando bajo una lluvia monumental, descubres un tesoro -como nos ocurrió en nuestra visita al castillo de Tintagel en Inglaterra-. Queremos que 10mil Leguas, sea como ese tesoro y que cada viajero/lector que pase por aquí, quiera volver a releer viejas historias y nuevas vivencias, aprenda de ellas y disfrute tanto como nosotros.
Una legua dice el diccionario es una “Medida itineraria, variable según los países o regiones, definida por el camino que regularmente se recorre en una hora caminando”. 1766 Kilómetros,vendrían a ser, como dije antes, casi 360 leguas, esa distancia, marcó el nacimiento de lo que hoy querido y respetado lector, estás leyendo.
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Me gusta el estilo; logra que uno se sienta viajando…
P’alante!
Es reconfortante saber que se logra el objetivo. Hacer viajar a quien no lo está haciendo, estimular a quien tenga la oportunidad y ayudar a pasar un buen rato con las experiencias vivídas.
Gracias por leernos